The Future of Wearable Technology

When Wearable Technology was launched a few years ago, it promised to mesh together the goodness of accomplishing health and enterprise objectives, with cutting edge fashion and technology. Initial…

Smartphone

独家优惠奖金 100% 高达 1 BTC + 180 免费旋转




Ser positivos y esas mierdas

La vida es muy complicada. Podría pasarme horas y horas explicando por qué, pero supongo que no hace falta, porque lo sabéis. Habéis estado ahí. Habéis sufrido. Habéis llorado. Ha habido momentos, incluso, en que todo es simplemente demasiado.

No sé vosotros, pero yo suelo caer en una espiral de estar en la cama, ver mierda en Netflix, fumar y sentirme miserable cuando la vida se pone los guantes de boxeo y me tumba en el primer asalto. No creo que sea la mejor manera de llevar las cosas, pero es lo que me funciona a mí. Por un tiempo.

La gente en mi casa se preocupa cuando estoy así. No como, hablo poco, llevo todo el día mala cara, salgo de casa solo si es preciso o para emborracharme y llorar con las amigas. Vuelvo a casa un poco mareado y caigo rendido, hasta que mi cuerpo decide que algo va mal y me despierta de sopetón de madrugada y sin remedio. Entonces salgo a fumar y me vuelvo a poner mierda en Netflix.

Durante esos días, todo está mal todo el rato. Las cosas no me dan placer y cuando me lo dan, las desprecio. Las parejas felices por la calle (incluso las homosexuales, que normalmente me alegran el día) me arrancan una mueca de repulsión. Los niños me molestan más de lo habitual. Señora, no hable con mi perro, que me quiero ir a casa.

Me pongo la nube negra encima y dejo que la mierda me llueva todo el rato. No es la mejor manera de llevar las cosas. Es verdad.

Pero es la que necesito.

Es muy fácil, desde una posición privilegiada emocionalmente, caer en el consejo fácil del positivismo.

— ¡Tienes que tomarte las cosas de otra manera! ¡Sonríe! ¡La vida puede ser maravillosa!

No digo que sea un mal consejo. A veces, cuando lo pasamos mal por las movidas de la vida, todo depende de la forma con la que nos la tomemos. Una actitud positiva frente a una adversidad es una manera estupenda de gestionarse las mierdas. Tener claro que, pase lo que pase, todo va a ir a mejor. Es muy bonito. Joder, está de puta madre. Yo mismo estoy intentando tomarme las cosas de otra manera.

El problema con eso, amigas, es que no todo el mundo puede ser positivo de un día para otro. Hay gente que sufre mucho todo el rato por muchas cosas, hay personas que se les viene el mundo encima y lo pasa muy mal. A veces es cuestión de actitud y otras es que la vida se ceba con ciertas personas.

Tratar de solucionar todos los problemas con un vacuo “¡tienes que ser más positivo!” es ridículo, inocente y hasta tóxico.

En primer lugar, porque la persona ya sabe que si fuera positiva sería más feliz. La persona no es tonta. El problema es que no puede, o le cuesta. Recordemos que somos personas diferentes con experiencias de vida diferentes y movidas diferentes. Practicar la empatía de vez en cuando está bien.

Si esa persona decide aprender a ser más positiva y a tomarse las cosas de esa manera, tu consejo de mierda no le va a ayudar. Una terapia psicológica, muchos años de esfuerzo, y el apoyo necesario, sí. Y reconocer los sentimientos de esa persona, tratar de comprenderlos y darle cariño y apoyo, también. Mucho más que el sencillo “¡sé positivo!”, “¡si puedes soñarlo, puedes hacerlo!”

Segundo, porque a veces, muy a menudo, el bienintencionado consejo de ser positivo suele colocar la culpa de la miseria sobre la persona en sí. Lo que se infiere es que si tú fueras diferente (es decir, más positivo) no estarías como una mierda. Y amigas, colocar la culpa de la tristeza sobre la persona triste, incluso sin querer, es una cosa muy fea de hacer.

Y tercero, porque a veces una actitud positiva no soluciona nada y es más, juega en nuestra contra.

La tristeza, la desesperación, el dolor, el miedo… son sentimientos funcionales y válidos. Está bien sentir, de vez en cuando, que todo es una mierda, que estamos tristes y tenemos miedo. Sirven para algo. Reconocer esos sentimientos, expresarlos y catalizarlos está bien. Sentir esas cosas está bien. Tratar de tomarse las cosas de otra manera, y recomendarlo con matices, también está bien.

Lo que no está bien es esa corriente del positivismo exacerbado que te exige sonreír o morir, como el libro de Barbara Ehrenreich. Una corriente, como dice ella, muy ligada a este sistema capitalista que te obliga a trabajar y ser productivo aunque todo en tu vida se esté viniendo abajo, aunque te exploten y te despidan de manera improcedente, porque tienes que trabajar, producir y consumir, puto vago de mierda. Una corriente que no deja hueco a sensaciones normales y útiles como la tristeza o el miedo, y que para colmo de males, invisibiliza enfermedades como la depresión o los trastornos de ansiedad. Una corriente muy chunga.

Es una movida malvada disfrazada de rosa y de personajes cuquis de Mr. Wonderful. Se instala en tu cerebro y te dice que no tienes tiempo de estar triste, que tienes que trabajar, ser productivo, hacer dinero para luego gastártelo y ser feliz. Te hace pensar que todo en la vida se soluciona si sonríes, que todo es cuestión de actitud.

Y no es así. Una crisis no siempre es una oportunidad, la mierda pasa y hay que aprender a vivir con ella sin paliativos ni aderezos. La mierda se tiene que reconocer, no esconder debajo de la alfombra y fingir que todo va bien. Porque al final la mierda se acumula. La alfombra acaba oliendo, se hacen bultos enormes, montañas de basura. Estalla. No quieres que pase eso. Tampoco quieres que les pase a las personas que quieres. Supongo.

Así que dejadle hueco a la tristeza, llorad bajo las sábanas, poned mierda en Netflix, salid a fumar conmigo. Estaremos así unos días, daremos asco tremendo y nos convertiremos en la bruja de Blancanieves. Dejaremos que las cosas duelan hasta que ya no duelan más. Ese es el precio que hay que pagar. Como cantaba Nacho Vegas, si quieres vivir en paz contigo en el cielo, antes tendrás que pasar una temporada en el infierno. Mi infierno particular de Netflix, tabaco y sábanas.

De todas formas, yo solo soy un humano mediocre escribiendo desde su casa, que ni si quiera tiene estudios psicológicos. Haced lo que queráis, que para eso Dios nuestro señor creó el libre albedrío. Pero ya os lo digo: os podéis fiar más de mi que cualquiera cuyos consejos se limitan a ser positivo. Ya os lo digo.

Add a comment

Related posts:

THE COLGATE SMILE

I love simplicity in brands. They don’t need to be loud to stand out. I was not aware of any campaign on Colgate’s Keep India Smiling Initiative until “He” appeared on Times of India’s first-page…

What is the Difference Between a Private Relationship and a Secret One

When you find yourself in a relationship you keep defending as a private one, you may want to ask yourself whether or not that is true and if you’re covering up the fact that it could be a secret…

The Arbitrary Nature of Feeling Unworthy

My email management has hit an all-time low. I’m hopefully not letting the important ones lapse, but I’m sure there will be hurt feelings along the way. I love responding to reader and listener…